LIBERTAD PARA SER “TURISTA”?: Un enfoque edulcorado a un problema más profundo

Un hombre descarga su equipaje en el aeropuerto internacional de La Habana. Las directrices económicas establecidas en el recién concluido congreso del Partido Comunista anuncian que el gobierno estudiará la posibilidad de permitir a los cubanos viajar al extranjero como turistas.
Foto: Franklin Reyes/AP

Los lineamientos ya enmendados y publicados en la estela del Sexto Congreso del Partido insinúan que el gobierno está analizando modificar (pero al parecer, no eliminar) la odiada "Tarjeta Blanca" (o permiso de salida).

Eche un vistazo a cómo Christian Science Monitor enfoca el asunto.

El documento publicado por el Partido Comunista plantea que el gobierno “estudiará la implementación de una política que permita a los cubanos residentes en el país viajar al extranjero como turistas".

Formular el problema de esta manera es, a mi juicio, un cínico intento de ocultar un asunto más escabroso.

La cuestión no es el deseo de los cubanos de hacer turismo internacional sino el derecho de todo ciudadano a salir y entrar a su país de nacimiento sin necesidad de un permiso del gobierno.

Claro, surgen entonces dos grandes preguntas: ¿Quién puede conseguir una visa extranjera y a quién le alcanza el dinero para un boleto de avión?

El artículo de CSM señala que “Las reformas económicas del presidente Raúl Castro en Cuba parecen hechas para otorgar la libertad tan anhelada, aun cuando pocos pueden darse el lujo de viajar a algún lugar".

Ojalá mis sospechas no sean ciertas y exista, en el seno del Partido, un auténtico debate en pos de restaurar los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Sería este un acto memorable en más de un sentido pues aboliendo el permiso de salida el gobierno estaría renunciando voluntariamente a una pieza clave en su arsenal de mecanismos de control.

Y es que muchas personas callan sus críticas con tal de que no les nieguen el permiso de salida (para emigrar, asistir a una conferencia o evento profesional, o simplemente visitar a un amigo o pariente en el extranjero); y a los que critican abiertamente al régimen se les retiene tal documento sin el cual es imposible viajar.  Tres ejemplos recientes de este mecanismo de control son los casos de Ciro Diaz, Orlando Luis Pardo Lazo y Yoani Sanchez.